EXTINGUIR LO LIBRE

Aniquilación de fauna salvaje y humanos libres

El 11 de agosto de 1953 se publicó, en el Boletín Oficial del Estado, un decreto–ley firmado por el Jefe del Estado, el generalísimo caudillo y Presidente del Gobierno, Francisco Franco, y el ministro de Agricultura, para promover en toda España la constitución de las Juntas de Extinción de Animales Dañinos para la caza y la ganadería, y afianzar las ya existentes.
Con dicho decreto se daba ayuda oficial y dinero público en forma de primas, premios y amparo legal institucionalizado para perseguir a todo animal carnívoro, fuera mamífero, ave o reptil.
El Estado pagó primas por la muerte de varios millones de animales salvajes, cuyas garras y cabezas se presentaron durante más de una década en sus oficinas. Con venenos, cepos, lazos, a tiros, la persecución fue implacable.
En medio de tanta desolación, solo Félix Rodríguez de la Fuente alzó su voz en 1960, denunciando la barbarie. Gracias a su labor, en 1966 se protegieron las aves de presa; en 1970 el lobo dejo de ser considerado una alimaña y, finalmente, se protegió al resto de especies en sucesivas normas y leyes.